El amor perfecto de Dios tocó la puerta de nuestros corazones para unirlos por siempre. Como hilo de tres dobleces que no se rompe, así es este amor.
Hoy nos llena de regocijo anunciarles que nos casamos, y sería un honor contar con su presencia cuando demos el Sí ante Dios en el altar, y empecemos a escribir nuestra historia.
Hoy nos llena de regocijo anunciarles que nos casamos, y sería un honor contar con su presencia cuando demos el Sí ante Dios en el altar, y empecemos a escribir nuestra historia.